Alhambra, Historias de un jardín, Sin categorizar | 8 - septiembre - 2015
Historias del Jardín de los Sentidos: De como tomando un café después de comer espero el veranillo del membrillo o de San Miguel.
Me es grato volver a sentarme de nuevo, como otras tantas veces, frente a la Alhambra, ¡estas vistas siguen siendo maravillosas!. El jardín no pierde su encanto incluso después de los fuertes calores del verano.
Mientras escucho por detrás de mi a la derecha a la altura de mis oídos el repiqueteo del agua al caer en el vaso de la fuente del león, observo como, impávida, la Alhambra de Granada nos observa desde la altura pese a los siglos de estancia en La Sabika.
Atrae mi atención una pareja de orientales que entran en el jardín y tras subir por la escalera de caracol al toparse con el monumento nazarí de frente, tras abordar el último escalón, suelta él un ¡Ohhhh! y suelta ella un !Wuauuuu!.
Me recuerda la noticia publicada hoy en la prensa local y nacional sobre el acuerdo entre la Autoridad Portuaria de Motril y el Patronato de la fortaleza roja para aunar esfuerzos y atraer el turismo de cruceros a nuestra costa y a la ciudad de Granada.
Es de agradecer que las Instituciones conversen y se propongan trabajar juntas para mejorar la oferta y recibir mas visitantes lo cual redunda en beneficio de todos.
En ese momento, hace su aparición en la entrada una familia de Daneses, creo, rubios, altos y alegres, con la tez y el cuerpo algo enrojecidos, siguen al camarero hasta una mesa situada en el centro del exuberante vergel. ¿Vendrán de Sierra Nevada? Este año el turismo de verano ha atraído a la Estación a unos 41000 visitantes, lo cual, me dice que es una alternativa muy interesante a las actividades estivales de la ciudad y la provincia. Claro, que no tienen pinta de haber participado en el Bike Park y su programa «Sensaciones«, pero pueden haber ido a ver la Virgen de las Nieves mientras ascendían caminando al Mulhacén o después de coronar el Veleta.
Estos días nos hemos hecho a la idea de que se iba el verano porque ha llovido un poco, por fin, pero, alzo la mirada, pego un sorbo, y pienso, «… pero ya está aquí el gustillo, no del café, si no del veranillo… del membrillo…».
¡No encuentro ninguna razón para moverme de aquí!.
Más info sobre el Acuerdo «mar y tierra».
Más info sobre la Estación de Esquí de Sierra Nevada.
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