Bacalao al horno con tocino ibérico y habas
Alcachofas salteadas con jamón y gambas
Arroz Negro con Habas y Chipirones con Alioli de Jengibre
Arroz con jabalí y setas silvestres
Salmorejo con remolacha y aguacate
Arroz con jabalí y setas silvestres
Arroz Negro con Habas y Chipirones con Alioli de Jengibre
Ceviche de Salmón
Cous – Cous de Ahumados con aroma de cítricos

NUESTRA COCINA el despertar de los sentidos

Con la cocina que nos gusta, la que proponemos para el Trillo, quisieramos despertar todos los sentidos de cada persona que viene, que se sienta especial y única en ese momento.

Echamos mano siempre de nuestra cocina mediterránea, que con su variedad y la calidad de sus productos, me ayuda a conseguir el abanico de emociones que quiero llevar al plato. Con el aceite de oliva como telón de fondo, busco a los protagonistas de mi historia. Puede ser una carne, un pescado, una crema, ¡lo que yo le pida al Mediterráneo! Y entonces juego, siento, me dejo persuadir.

A nuestros personajes principales les buscamos el contrapunto, sus realces. Actores secundarios que en su justa cocción crean una trama compleja de sabores, olores y tactos, creando un todo único que no camufla ningún ingrediente.

Un todo que se remata en un entorno privilegiado, acompañado de un buen servicio y siempre, con el mayor de los cariños por mi parte y por la de todo mi equipo.

Sobre mi andadura

sobre mi andadura

Jesús Pernía

Mi pasión por la cocina me la despertaron mi abuela y mi madre. Ellas sabían cómo hacer saltar los ajos en el aceite y hacernos disfrutar de su buen hacer, y yo, que no me separaba ni de sus risas ni de su charloteo, descubrí muy tempranamente que cocinar es una experiencia que empieza al cortar la cebolla, que se lleva a la mesa y que no termina hasta la sobremesa.

Estoy en mi cocina, en la Granada que me ha acogido y en mi Andalucía y suena Maite Martín de fondo. Me arremango y me pongo delante de los ingredientes y me convenzo de que se van a llevar bien.

El cariño y la emoción que me invaden se esparcen por la cocina y se me devuelve en una cucharada de un plato que consigue su propósito, para el que ha nacido.

Estoy en mi cocina, en la Granada que me ha acogido y en mi Andalucía y suena Maite Martín de fondo. Me arremango y me pongo delante de los ingredientes y me convenzo de que se van a llevar bien. El cariño y la emoción que me invaden se esparcen por la cocina y se me devuelve en una cucharada de un plato que consigue su propósito, para el que ha nacido.