Restaurante El Trillo | 12 - octubre - 2018
El Albaicín de Granada es un dédalo de calles y escaleras del que es fácil tener la tentación de desistir al empezar a adentrarse en él. Quienes no se dejen desanimar por las cuestas empinadas, serán recompensados con la sorpresa de descubrir lugares escondidos e inesperados como “El Trillo”.
Envuelto en la magia del antiguo barrio árabe de la ciudad, El Trillo mantiene la autenticidad del Carmen original, pero lo re-interpreta con elegancia y gusto para el detalle.
Accediendo al jardín, nos dejamos envolver los sentidos por los colores de los árboles frutales, el ruido relajante del agua y los olores de las flores del Albaicín que se entremezclan con los que provienen de la cocina. Entrar al Trillo es entrar a un hogar donde el tiempo se ha detenido: la antigua huerta es ahora el jardín del restaurante, y la casa se ha convertido en el salón interior.
La gran protagonista de este lugar, a pesar de tener como rival nada menos que la Alhambra, es la Cocina, cuyo objetivo es despertar todos los sentidos, y transmitir a quienes la estén disfrutando las sensaciones de su creador.
Los ingredientes se transforman en protagonistas de una historia que tiene como telón de fondo el aceite de oliva de nuestras tierras. No hay actor que esté en el escenario del plato por casualidad: todos interactúan entre ellos para crear una historia que persuadirá con cada bocado, despertando un abanico de emociones.
Así, al sentarse a la mesa y abrir el menú, empieza el prólogo de una experiencia de sabores que, con la ayuda del ambiente, los árboles y el sonido del agua, hace olvidar todo lo que no es el disfrute de la comida auténtica, hecha con pasión y cariño, y de la buena compañía.
No se puede evitar preguntarse por quiénes están detrás de los bastidores de El Trillo, y trabajan cada día no solamente para llevar a la mesa los mejores productos y elaboraciones, sino también para que las horas que se pasen aquí sean una experiencia que pueda despertar el amor para el arte culinario y la tierra de donde proviene.
…Esta es una historia para otro capítulo. Nos gustaría contárosla, tan solo tenéis que sentaros a esta mesa narrativa con nosotros…
The Albaicín of Granada is a labyrinth of streets and slopes you might be tempted to give up exploring once you begin to enter it. Those who are not discouraged by the steep slopes will be rewarded with surprise in discovering hidden and unexpected places like “El Trillo”.
Surrounded by the old and enchanted Arabic town, El Trillo preserves the authenticity of the original Carmen (traditional house of the Albaicín with a central patio), while reinterpreting it with elegance and a unique taste for details.
When we enter the garden, our senses are surrounded by the colors of the fruit trees, the calming sound of water and the smells of flowers of the Albaicín, mixed with the ones that come from the kitchen.
Entering El Trillo is like entering a Home where time has stopped: the ancient orchard is now the garden of the restaurant, and the house is now the interior dining room.
The main protagonist of this place, despite having to compete with the Alhambra itself, is the Cuisine. Its main goal is to awaken all the senses and to instill the sensations of its creator to the ones that are tasting it.
The ingredients are now the characters of a story whose background is the olive oil of our land. No actor is placed on the stage of the plate without a purpose: they all play with each other in order to create a story that will persuade with every bite, awakening a whole spectrum of emotions.
When we sit at the table and open the menu, we start unfolding the prologue to a culinary experience that, with the help of the surroundings, the trees and the sound of water, makes us forget everything but the enjoyment of authentic, lovingly handmade cuisine, and of good company.
One cannot help but wonder about those who stand behind the scenes of El Trillo, working to take to the table the best products and techniques, to transform the hours you spend at the restaurant in an experience that will awaken the love for the cuisine and the lands it comes from.
…This is a story for another chapter. We would like to tell it to you if you will care to join us at this narrative table…
